Mi cuerpo no quiere pedalear! Suena el despertador a las seis y media pero mi cuerpo no quiere levantarse. Tengo las piernas muy cansadas!
Poco a poco voy despertando, preparo el carro y la bici y nos ponemos manos a la obra. Hoy empieza la difícil! Subimos a la Cruz de Ferro.
El plan es pedalear en ayunas hasta el pie del puerto, para desayunar en Rabanal del Camino y desde ahí empezar la parte más fuerte de la subida.
En la bici hace frío de madrugada. Pedaleamos fuerte para calentar las piernas, por camino pedregoso al principio y por carretera después, para evitar los peregrinos. Las sensaciones son malas y me duelen mucho las rodillas.
Tras algunos repechos, pasando pueblos como El Ganso, llegamos a Rabanal del Camino a desayunar. Zumo, café y dos rebanadas bien grandes con mantequilla y mermelada me cargan las pilas. No hay que cebarse que hay que hacer un gran esfuerzo nada más salir.
Volvemos a las bicis y sobra toda la ropa de abrigo, ya que empieza a salir el sol y la carretera se empieza a inclinar. Hablamos de subir cada uno a su ritmo, así que yo cogí el mío: plato mediano y el cuarro piñón más grande, para tener piñones de sobra cuando la cosa se complique. Buena cadencia de pedaleo y para arriba!
Son 7 kilómetros desde donde hemos desayunado y unos 400 metros de desnivel. Miro el cuentakilómetros para calcular en que kilómetro estará el alto y poder así regular.
Las sensaciones son buenísimas, al entrar en calor, me dejan de doler las rodillas y paso a varios ciclistas. Cuando las rampas aflojan incluso me permito meter un desarrollo fuerte para avanzar rápido: se que tengo piernas fuertes, pero no se si son suficientemente resistentes para un puerto, así que cuanto antes acabe mejor! A ritmo constante llego a ...... Faltan unos 3 kilómetros de subida. Las rampas que quedan son más fuertes y me toca poner plato mediano y piñón grande. Empiezo a notar que los cuadriceps se me fatigan y solo rezo porque quede poco!
Así es, pronto aparece la cruz de hierro en su mastil rodeado de piedras. Nos reagrupamos allí y hacemos unas fotos, para inmortalizar el esfuerzo. Para muchos era el primer puerto que subian y el logro les permite soltar los temores.
Tras unos toboganes con repechos duros, iniciamos el sescenso a Ponferrada. Se baja de 1500 a 500 metros en 18 kilómetros. Las vistas espectaculares y las rampas también. La peimera de ellas ni si quiera se ve hacia donde va la carretera, cual montaña rusa antes de empezar la caida vertiginosa! Es una bajada bastante técnica pero muy rápida, donde me costaba controlqr bici y carro en algunos momentos!
Llegamos a Molinaseca en un periquete. Allí, la zona de baño en el río, junto al puente nos sedujo. Unos nos bañamos mientras otros se alimentaban en el bar de al lado con unos bocatas de tortilla estupenda!
Tras una dura vuelta a la bici pusimos rumbo a Ponferrada. Visita a la ciudad y al castillo y rumbo a Villafranca. Aquí empezaba la parte del camino que yo ya he hecho andando, así que todo cambia. Mientras pedaleas, te vienen un montón de recuerdos, pero a su vez es extraño como el recuerdo que tenias de toda una jornada andando, lo vives en bici en 2 horas.
Tras una fugaz visita a Cacabelos, una fuerte subida y llegamos a Villafranca. Nos dirigismos directamente al albergue del Ave Fenix del cual guardaba un gran recuerdo, pero estaba lleno, con la "mala suerte" de que acabamos en un albergue casi nuevo, de todo lujo y con una habitación casi para nosotros solos. Creo que ir en grupo de 8 es más una ventaja que un inconveniente a la hora de los albergues!
Ducha y a comer! Tras reponer fuerzas nos fuimos a una zona de baño en el río estupenda como se puede ver en la foto. Desde allí, dimos un paseo por el pueblo y fuimos a cenar a la plaza.
Con más cansancio que nunca, al día siguiente espera o'Cebreiro....
Resumen:
- Distancia: 81.6kms
- Tiempo: 4h 51min
- Media: 16.22km/h